viernes, 21 de noviembre de 2014

ACTIVIDAD BIOLOGICA DEL SUELO ARTICULO TECNICO

Determinaciones de actividad biologica para evidenciar diferencias entre manejos agricolas

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INTRODUCCIÓN
 
La calidad del suelo no es fácil de conceptualizar, ya que la misma se define en función al uso y manejo del medio edáfico que favorece determinadas condiciones (suelos agrícolas, forestales, industriales, urbanos); no obstante, debe de tomar en cuenta el equilibrio medio ambiental y las funciones básicas del suelo: infiltrabilidad, productividad y degradación (Doran et al. 1994). Entre otras, las actividades agropecuarias son las que se encuentran mayormente vinculadas a situaciones de degradación de suelos por diferentes causas; entre las cuales el sobrepastoreo animal, la deforestación y el agotamiento de nutrientes por inadecuadas prácticas agrícolas como un mal uso o ausencia de la rotación de cultivos adquieren mayor significación. Desde el punto de vista biológico, se lo considera al suelo como un organismo viviente ya que alberga una gran cantidad y diversidad de organismos vivos. Estos son los responsables de la actividad biológica del suelo. Así, los parámetros microbiológicos aportan información relativa a la actividad metabólica que se halla en el suelo, pues son muy sensibles a variaciones del medio. Además, mantienen una mayor sostenibilidad frente a procesos no deseables como la contaminación o el mal manejo. Es por ello que los efectos de prácticas agrícolas, como los efectos de los agroquímicos y sistemas de cultivo pueden ser evaluados a partir de las determinaciones de biomasa microbiana, su actividad metabólica y conteo de poblaciones microbianas más importantes de la microflora del suelo. La correcta interpretación de los resultados depende de lo bien que sean interpretados los indicadores con relación a uso de las tierras y objetivos ecológicos.
 
El objetivo de este trabajo fue evidenciar diferencias que puedan existir en relación a factores incidentes referidos a manejos de sistemas agrícolas, mediante mediciones de actividad biológica y presencia de ciertos microorganimos.
 

MATERIALES Y MÉTODOS

Para la evaluación, se trabajó con muestras provenientes de un ensayo instalado en la localidad de Monte Buey (Córdoba), cuyo diseño es con estructura factorial de tratamientos, el mismo considera tres factores con dos niveles cada uno:
 
1) Fertilización: Sin Fertilización (F1) y Máxima Fertilización (F2)
2) Siembra Directa: Siembra directa interrumpida (SD1) y Siembra directa continuada (SD2).
3) Rotación: Rotación estándar (R1) y Rotación Intensiva (R2).

De esta forma con la combinación de estos factores y sus niveles quedaron definidos 8 tratamientos.

En el trabajo se incluyen las determinaciones a partir de un muestreo realizado en Febrero de 2012, destacándose la gran sequía en la región al momento del mismo.
 
Para evidenciar el efecto de los tratamientos generados en las diferentes parcelas se realizaron una serie de determinaciones.
Al momento del muestreo, en cada parcela, se tomó una cantidad conocida del material vegetal que cubría la superficie, pudiendo determinar de esta forma los Kg.ha-1 de cobertura.
Una vez que las muestras llegaron al laboratorio, se realizó la determinación de la humedad al momento del muestreo, por gravimetría a 40 ºC, hasta peso constante y color uniforme de la muestra, el resultado se expresó en %.
Se midieron diferentes procesos que hacen a la actividad biológica del suelo, para eso se realizaron determinaciones de:
 
- Actividad respiratoria y actividad amonificante: se midió por retrovaloración la captación de CO2 en solución alcalina para la primera y de NH3 en solución ácida para la segunda, ambas en incubaciones aeróbicas (Ohlinger, 1996; Frioni 2011).
- Actividad celulolítica en placas de suelo: se midió la degradación de microdiscos de celulosa en laboratorio, expresándola en %, a los 7, 14, 21 y 28 días de incubación (Winogradsky,1949, Quant Bermúdez & Bakos, 1984).
- Actividad celulolítica a campo: mediante la utilización de redes con placas de material celulósico “litter bag” que fueron enterradas en las diferentes parcelas y retiradas a los 40 días, se expresó en % de degradación (Van Wesemael, 1993).
Por otro lado se determinó la presencia de grupos microbianos, que llevan adelante diferentes funciones en lo que hace a la relación con las plantas, estos fueron:
- Presencia de fijadores libres: se determinó la aparición de colonias morfotípicas tipo Azotobacter, mediante la técnica ecológica de la placa de suelo moldeado con medio de cultivo sin nitrógeno (Winogradsky, 1949).
- Presencia de micorrizas nativas: se determinó el % de infección micorrícica en raíces de pepino, que se utilizó como planta trampa.
- Presencia de rizobios naturalizados: se cuantificó la nodulación en raíces de soja que se utilizó como planta trampa (Frioni, 2011).

Los datos fueron tabulados y analizados en el programa INFOSTAT (Di Rienzo et al., 2011), mediante ANAVA, con prueba de Tukey (p≤0.05) para la comprobación de medias. Estas comparaciones se realizaron teniendo en cuenta la influencia de cada factor por separado y además se analizaron todas las interacciones posibles entre ellos y su significancia. Por otro lado se realizó un análisis multivariado discriminante para evidenciar las diferencias existentes entre las parcelas analizadas en relación a los factores incidentes.
 
 
RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La Tabla 1 refleja el análisis de varianza realizado en cada una de las variables determinadas, allí se muestran la influencia significativa de cada uno de los factores individualmente y las interacciones significativas que pudieron existir, entre estos.
 
En relación a la cobertura al momento del muestreo se observó la influencia significativa de los años de siembra directa, siendo un 69 % mayor el tratamiento con más años con respecto a la siembra directa interrumpida, en el caso de fertilidad la diferencia significativa fue a favor del de máxima fertilidad con un 17 % mayor que el de mínima fertilidad. La interacción significativa se dio entre siembra directa y rotación, destacándose la combinación SD2*R2.
 
Tabla 1. Significancia sobre las variables analizadas, de cada factor estudiado en forma individual, y sus interacciones.
 
Con respecto a la humedad del suelo, si bien los valores en general fueron bajos (entre 1 y 2,5 %), al analizar se observa que el factor fertilidad y siembra directa afectaron significativamente en forma individual, habiendo mayor contenido en los tratamientos de mayor fertilidad y más años de siembra directa, no así en conjunto, pero sí lo hicieron cuando se evaluó la interacción de ambos factores por separado con rotación, siendo mayores las combinaciones de rotación intensiva con máxima fertilidad por un lado y más años de siembra directa por otro.
 
En relación a la actividad biológica, en el caso de la respiración medida, se pudo observar que el factor siembra directa fue el que tuvo un efecto significativo, siendo mayor el SD2 aunque no fue significativa la interacción, también fue superior este parámetro cuando se combinó con máxima fertilidad. Coincidiendo con datos obtenidos por Omay et al. (1997), donde también tuvieron mayor mineralización de carbono en situaciones con alta fertilidad y al igual que ellos no encontramos influencia de la rotación en este parámetro

Analizando la actividad celulolítica, determinada en laboratorio, el comportamiento de este parámetro fue cambiando a lo largo de los días de incubación y fue influenciado en forma gradual por diferentes factores, de esta forma tenemos que en la medición de los 7 días influyó significativamente la fertilidad siendo casi 4 veces mayor la situación de mayor fertilidad con respecto a la de menor fertilidad, probablemente influenciado por un mayor contenido nutricional que influyó en el inicio del proceso. Cuando se realizó la medición a los 14 día de incubación, además de la influencia significativa de la fertilidad, también lo fue la interacción con siembra directa, destacándose la combinación F2*SD2. Luego, en la medición de los 21 días, se plantea la misma situación anterior agregándose la interacción significativa, ya de los tres factores, siendo la combinación F2*SD2*R1 la destacada y por último en la medición a los 28 días de incubación, fue solo significativa la interacción de los tres factores.

En relación a este mismo proceso medido en la situación real de campo, se destacó la influencia del factor fertilidad y siembra directa siendo las situaciones de máxima, las destacadas. Esta variable fue una de las pocas donde hubo interacción de fertilidad con rotación, también interactuaron los tres factores significativamente.

En el caso de la medición de actividad amonificante, los análisis de varianza no mostraron diferencias significativas en la influencia de los factores por separado y tampoco en ninguna de las interacciones posibles.
 
En relación a las determinaciones de presencia de ciertos microorganismos o grupos microbianos se puede observar que en el caso de fijadores libres de nitrógeno, tipo Azotobacter, su presencia significativa, medida como número de colonias, estuvo ligada a la interacción de los tres factores.
 
La infección micorrícica por parte de hongos nativos del suelo estuvo influenciada por la fertilidad, siendo mayor en las situación de fertilidad mínima, esto coincide con la idea de que a mayor disponibilidad de nutrientes en el suelo, menor puede llegar a ser la formación de micorrizas (Cardoso et al., 2010)

Analizando la nodulación en plantas de sojas por parte de rizobios naturalizados, se pudo observar la influencia significativa de la fertilidad y de siembra directa, al igual que la infección de hongos micorrícicos, la nodulación fue significativamente mayor en la situación de menor fertilidad y en este caso esta situación también se dio en el tratamientos SD1, existió interacción que entre el primer factor y la rotación, siendo mayor la nodulación en la situación F1*R1, esta situación parece lógica teniendo en cuenta la alta fertilidad puede inhibir muchas en ciertos casos la fijación biológica del nitrógeno (Frioni, 2011).
Analizando estos datos en conjunto se observa que predominó la influencia del factor fertilidad en el comportamiento de las diferentes variables, seguido por siembra directa y sin influencia significativa, al menos de la rotación, con respecto a las interacciones, predomino la influencia de fertilidad*rotación y de los tres factores en conjunto.
También se pudo observar que en ninguna variable influyó significativamente en forma individual el factor Rotación.
Se realizó un análisis que incluyó todas estas variables y demostró aún más la capacidad de diferenciar comportamientos según la influencia de estos factores, es así que con un análisis multivariado discriminante, esta situación que surge de ver la tabla de significancias, se reforzó.
En la Figura 1, teniendo en cuenta el factor Fertilidad, claramente se dividen los dos niveles del mismo, de esta forma se puede evidenciar las diferencias entre las parcelas asociadas a este factor.
En la Figura 2, se observa que el factor Siembra Directa también logra exaltar diferencias, cuando se tienen en cuenta todas las variables medidas, los dos niveles de este factor quedan bien diferenciados.
 
Figura 1. Análisis discriminante teniendo en cuenta el factor Fertilidad
 

Figura 2.
Análisis discriminante teniendo en cuenta el factor Siembra Directa
 
Cuando este tipo de análisis se hizo teniendo en cuenta el factor Rotación (Figura 3), no se lograron separar de forma tan clara ambos niveles, esta situación refuerza lo que se había observado con respecto a este factor en la Tabla 1.
 

Figura 3.
Análisis discriminante teniendo en cuenta el factor Rotación


CONCLUSIÓN

Teniendo en cuenta todas las variables medidas, que reflejaron la actividad y presencia de los microrganismos, se pudieron evidenciar diferencias que estuvieron asociadas a factores relacionados a prácticas culturales de sistemas agrícolas.
 

BIBLIOGRAFÍA

Cardoso, EJBN; IM Cardoso; MA Nogueira; CRD Maluche Baretta; A.M. De Paula. 2010. Micorrizas arbusculares na aquisição de nutrientes pelas plantas. E: Micorrizas: 30 anos de pesquisas no Brasil. Siqueira EO; FA de Souza; EJBN Cardoso; S Mui Tsai. Ed. UFLA, 716 p.
Doran, JW; TB Parkin.1994. Defining and assensing soil quality. In: Defining Soil Quality for a Sustainable Environment. SSSA. Special Publication no. 35.
Di Rienzo, JA; F Casanoves; MG Balzarini; L Gonzalez; M Tablada; CW Robledo. InfoStat versión 2011. Grupo InfoStat, FCA, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. URL http://www.infostat.com.ar
Frioni L., 2011. Microbiología: básica, ambiental y agrícola. 1ª ed. Orientación Grafica Editora. Buenos Aires.
Omay, AB; CW Rice; LD Maddux & WB Gordon. 1997. Changes in soil microbial and chemical properties under long-term crop rotation and fertilization. Soil Sci. Soc. Am. J. 61:1672-1678.
Winogradsky, S. 1949. Microbiologie du sol. Problemes et methodes. Cinqunante ans recherches. Masson Et Cie Editeurs. Boulevard Saint-Germain-Paris, 861 pp.
Quant Bermúdez, F. J.; & Bakos, B. (1984). Empleo de microdiscos de papel de filtro para la evaluación de celulòlisis en placa de tierra. Pub. Técnica, (1).
Van Wesemael, B. 1993. Litter desconposition and nutrient distribution in humus profiles in some mediterranean forest in southern Tuscany. Forest Ecology and Management 57 (1993): 99-114.
 
Autor/es
, Argentina
Cátedra de Microbiología Agrícola, Facultad de Ciencias Agrarias

MICRONUTRIENTES APLICADOS FOLIARMENTE

La absorción de nutrientes en fertilización foliar

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(535)
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Introducción
La fertilización foliar es una herramienta importante para el manejo sostenible y productivo de los cultivos, además de su importancia comercial en todo el mundo. Las principales razones para el uso de la fertilización foliar son: 1) limitación de la disponibilidad de los nutrimentos aplicados al suelo; 2) en condiciones en que se pueden producir altas tasas de pérdida de nutrientes aplicados al suelo; 3) cuando la etapa de crecimiento de las plantas, la demanda interna de la planta y las condiciones ambientales interactúan para limitar el suministro de nutrientes a los órganos vitales de planta.
El proceso de absorción de nutrientes en fertilización foliar y su uso por la planta incluye los procesos de adsorción en las hojas, penetración en la cutícula, absorción en las células metabólicamente activas de las hojas y finalmente son translocados hacia los órganos donde serán utilizados por la planta. (Ver Figura 1). 
Figura 1. Morfología de la hoja

Para que el proceso se lleve a cabo son muchos  los factores que influyen en la eficiencia de los fertilizantes foliares, tales como: solubilidad, punto de delicuescencia, carga eléctrica y pH del fertilizante foliar, así como condiciones ambientales como la humedad relativa, la temperatura y la luz; y finalmente características del estado fisiológico de las plantas y especies, incluyendo la morfología, la química, la composición de la cutícula, presencia de ceras y estomas y tricomas en las hojas, además de la etapa fenológica, la movilidad de nutrientes dentro de la planta y/o la presencia de estrés.
A continuación se proporciona una breve reseña de las principales propiedades físico-químicas de la planta y las barreras fisiológicos que influyen en la velocidad de absorción y translocación de nutrientes aplicados de forma foliar.

El papel de la cutícula de la hoja
Las células epidérmicas de la mayoría de las superficies aéreas de la planta (por ejemplo, de frutas, hojas, flores, tallos o) están cubiertos con una capa extra-celular, conocida como la cutícula, que es la interfaz entre los órganos de la planta y el medio ambiente. La cutícula protege órganos de la planta contra múltiples factores de estrés biótico y abiótico, y es crucial para minimizar la pérdida de agua. Esta protección se logra por las propiedades hidrofóbicas (Capacidad de repelar el agua) de la cutícula y la cera presente en ella. Se han discutido varias vías de penetración de los nutrientes a través de la pared celular. Uno que es aceptado es la penetración a través de poros hidrofílicos (Atracción del agua) en la cutícula. Además de la cutícula, la epidermis de las plantas contienen células incluyendo tricomas y estomas que pueden influir en la absorción de nutrientes foliares. Por ejemplo, cuando se presentan condiciones de estrés hídrico las plantas responden cerrando los estomas, lo cual evita el intercambio de gases con el medio ambiente y por lo tanto no puede presentarse la penetración de nutrientes en fertilización foliar. 

Por otro lado, la interacción de gota-hoja dependerá de las características físico-químicas de los productos aplicados de manera foliar y  de la superficie de la planta (es decir, los efectos de rugosidad y composición química se combinan; Figura 2B). Cuanto mayor sea el área de contacto de las gotas de fertilizantes en la superficie de la planta, mayor será la probabilidad de que se absorban los nutrientes a través de la cutícula (Figura 2 C1) o poros de los estomas (Figura 2 C2). 

Entrada de nutrientes al apoplasto
El apoplasto (espacios intercelulares) de la hoja está ocupado por nutrientes, aire y agua. Es un paso antes de la absorción a través de una membrana plasmática al simplasto (espacios intracelulares) de una célula individual, también desempeña un papel importante en el intercambio de iones y como barrera de difusión.  
Existe poca información sobre el destino directo de nutrientes foliares que son ubicados en el apoplasto de las hojas, las restricciones de movilidad de elementos suministrados como cationes tales como el  Zinc (Zn), hierro (Fe), o el calcio (Ca) se puede esperar debido a la abundancia de cargas negativas en el espacio del apoplasto que puede limitar el desplazamiento de nutrientes a otros compartimentos y/u órganos de la planta.
Los factores que se presentan en el apoplasto como la carga de la pared celular, tamaño de poros, pH, fuerza iónica, forma química en que los nutrientes son suministrados y flujos del agua pueden alterar la movilidad de nutrientes y la translocación a las diferentes partes de la planta, por lo tanto para mejorar la eficiencia de los fertilizantes foliares es necesario comprender los fenómenos relacionados con el movimiento en el apoplasto.

Entrada de nutrientes al simplasto y su transporte
La eficacia de aplicaciones foliares de nutrientes depende que los elementos aplicados lleguen al simplasto y ser transportados a otros órganos de la planta, incluyendo frutas, granos, hojas jóvenes o flor. En relación a su movilidad en el floema, los nutrientes esenciales se han clasificado como altamente móviles (N, P, K, Mg, S, Cl, Ni), intermedio o poco móvil (Fe, Zn, Cu, B, Mo), e inmóvil (Ca, Mn). Por lo tanto, las aplicaciones foliares de elementos con una mayor movilidad son más propensos a inducir respuestas sistémicas en plantas, en contraste con el efecto local de los nutrientes inmóviles. Es por ello que aplicaciones foliares de Ca se recomienda poco o bien realizar aplicaciones constantes ya que una vez fijado ya no es posible su traslocación. 
Figura 4: Movimiento de los nutrientes aplicados dentro y hacia fuera de la hoja. (Romheld y El-Fouly, 2002)

Esto implica que la eficiencia del fertilizante foliar a veces puede ser interpretado en términos de su beneficio a los procesos locales o totales en la planta y en relación con la movilidad de los nutrientes, que, entre otros factores, pueden verse afectadas por la especie vegetal, variedades u órganos de la planta. Por ejemplo, en muchas especies la mayoría de las aplicaciones de Zn, Mn, Ca, Fe son con efectos localizados, limitados en las hojas.
Mientras muchos de los aspectos relacionados con la movilidad de los nutrientes de aplicación foliar no están claros, el desarrollo de la hoja es claramente un factor importante que influye en la exportación e importación de nutrientes en hojas y otros órganos. Las hojas desarrollan su transición de órganos demandantes que son totalmente dependientes a órganos que exportan los nutrientes a otras partes de la planta. Las hojas inmaduras son fisiológicamente incapaces de exportar nutrientes hasta que alcanzan la madurez, mientras que las hojas viejas son incapaces de exportarlos.
Se debe de considerar al formular e interpretar las aplicaciones foliares, la capacidad de las hojas para exportar nutrientes aplicados vía foliar, ya que varía de acuerdo a la especie y al ambiente.

Observaciones finales
Mejorar la eficacia y la utilidad de los fertilizantes foliares requiere de una sólida comprensión de los principios químicos, físicos, biológicos y ambientales que rigen la absorción, la translocación, y la utilización de los nutrientes de aplicación foliar por las plantas.
Se debe de considerar que la fertilización foliar es específica en cada cultivo, época de aplicación durante el ciclo de crecimiento y sitio de aplicación en la planta, además de las condiciones ambientales.

Fuente:
Fernández, V., and P. H. Brown. 2013. From plant surface to plan metabolism: the uncertain fate of foliar-applied nutrients. PLANT SCIENCE.
 
Autor/es
Guanajuato, México
Ingeniero Agrónomo
Cómo puedo mejorar el rendimiento de mi campo, usando tecnología de bajo costo? Publicado el: 29/07/2014 Autor/es: Ing Zoot Darío Campomanes, Asesore Técnico Agropecuaria Cañuelas. Argentina (153) (1) El uso de yeso es una tecnología muy probada en otros países que ayuda a mejorar los suelos; Por su naturaleza, versatilidad, única e incomparable, de bajo costo y multifuncionalidad, el Yeso sirve como fertilizante, acondicionador de suelos y enmienda del suelo.Las ventajas del uso de yeso en los campos de la cuenca del salado son muy beneficiosas ya que puede recuperar la fertilidad en potreros degradados por los cultivos continuos, bajos inundables, suelos compactados, etc. .Detallaremos las principales ventajas de su utilización a continuación: El Yeso es una fuente excelente que aporta calcio y azufre al suelo que son esenciales para los cultivos, las deficiencias de calcio y azufre están apareciendo con más frecuencia en estos últimos años. El calcio, el cual es provisto por el yeso, es esencial para los mecanismos bioquímicos, por los cuales la mayoría de los nutrientes del suelo son absorbidos por las raíces de las plantas. Sin el calcio el adecuado mecanismo de absorción puede fallar. El yeso mejora la estructura del suelo; en suelos compactados y muy trabajados; por su capacidad de formar combinaciones con otras partículas del suelo como la arcilla , arena , humus ,etc , logrando suelos más blandos para la labranza ,con un mejor crecimiento radicular ,mayor movimiento del aire, mejor penetración y permeabilidad del agua reduciendo el encharcamiento y la erosión hídrica por escorrentía. Sirve para recuperar suelos con alto contenido de sodio y magnesio (Bajos Alcalinos Sódicos) que destruyen la estructura del suelo. Sustituye las sustancias nocivas formadas por el sodio, cloro y muchas otras más que afectan la implantación de cultivos y pasturas. El yeso puede disminuir y prevenir la formación de las costras en la superficie del suelo que son causadas por gotas de lluvia o por el riego en suelos de la zona. La prevención de la formación de costras lograra que las semillas germinen más rápidas y fáciles, usando en forma más efectiva su energía para su desarrollo rápido. Mejora la eficiencia del uso del agua. Veinticinco por ciento más de agua está disponible en los suelos tratados con yeso sobre los suelos no tratados, por lo tanto se requiere menos agua de riego para lograr los mismos resultados. Junto con el compost, estiércol y otros materiales vegetales, el uso de yeso ayuda a reconstruir el suministro de la materia orgánica del suelo, y es un medio importante para aumentar la eficiencia de su acumulación. De todos los compuestos el YESO es considerado el más cómodo de usar, de bajo costo por su precio y aplicación, es el más seguro y es una fuente orgánica natural. Autor/es Darío Campomanes Buenos Aires, Argentina Ing. Zootecnista

LA BIOLOGIA DEL SUELO ARTICULO TECNICO

La biologia del suelo, como entender la alquimia de la vida en el suelo Publicado el: 03/09/2014 Autor/es: Felipe Gomez , Ing. Agrónomo. Argentina (119) (0) “En la época en la que vivimos nos damos cuenta de que la Tierra esta enferma, y no solo enferma sino diriamos muy enferma, ahi tenemos los ejemplos de los terremotos, maremotos, inundaciones que se dan por todo el planeta, y junto a ella estamos enfermando nosotros también, ahi esta el caso de las alergias, nuevas enfermedades como el SIDA, y asi una amplia lista, ¿para cuando empezaremos a tratar la enfermedad y no solo los síntomas?” En buen estado, un suelo contiene mil millones de microorganismos por gramo. Ese mundo invisible, discreto, juega un papel fundamental para el desarrollo de la vida en el planeta. Para poder entrar en esta alquimia viva, hemos de conocer primero a los autores y saber cuales son sus acciones recíprocas en el seno del biotopo suelo. La fauna y flora edáfica tienen una importancia básica en la recuperación de la funcionalidad y la fertilidad del suelo, constituyen la fracción viva del suelo y la mayor parte de sus propiedades no pueden explicarse sin contar con su intervención, por lo que deberemos conocer mejor su composición y funciones con el objeto de adecuar nuestro manejo agrícola a sus características y necesidades vitales. Describiremos primero los más grandes llamados macroorganismos, y luego veremos los más pequeños y numerosos: los microorganismos. Los macroorganismos del suelo: Pertenecen a los dos reinos, el vegetal y el animal. Los macroorganismos vegetales del suelo son sencillamente las raíces de las plantas. Por ellas comenzaremos. - Las raíces de las plantas: Las raíces son generalmente bastante más voluminosas que las partes aéreas. Son, sin embargo, bastante menos conocidas porque no son tan fácilmente accesibles a la observación al desarrollarse en ese medio opaco que es el suelo. Mientras las plantas están en el suelo es imposible separar todo el sistema radical porque la cabellera de raíces, que evoluciona en ese medio aparentemente duro que es el suelo, es extremadamente frágil. Armándose de paciencia se puede cavar una fosa alrededor de una planta y salvar algunas raíces. Entonces nos sorprenderemos al ver que cada planta tiene un sistema diferente por ejemplo un irigo puede enraizar más profundamente que una encina y que una alfalfa puede enviar su raíz pivotante en busca de agua a más de diez metros de profundidad. Sin embargo, aunque las raíces proveedoras de agua puedan hundirse muy profundamente su masa es reducida con relación a la de la nutritiva que se desarrolla en el horizonte B, donde se mezclan el humus y la arcilla. En este medio, la cabellera radical puede absorber los elementos nutritivos solubilizados por los microorganismos. En cambio segrega las exudaciones radicales, ricas en carbono que nutren a ciertos microbios del suelo. A la muerte de la planta, las raíces se descompondrán y formarán parte de nuevo de la materia orgánica. Las galerias formadas por el paso de las raíces servirán entonces para el paso del agua y de la circulación de los gases. - La macrofauna del suelo: Se trata de todos los animales visibles del suelo que pertenecen a cuatro grupos extremadamente diferentes: mamíferos, artrópodos, moluscos y lombrices de tierra. Los mamíferos del suelo pueden ser roedores como los ratones o insectívoros como los topos. Los roedores tienen un único papel: crear inmensas redes de galerías donde se abrigan y reproducen, que permiten al aire y al agua penetrar masivamente en el suelo. El papel de los topos es triple; por las toperas que forman, aseguran la subida de suelo profundo y así una buena mezcla de los horizontes. Por sus numerosas galerías (un topo puede recorrer más de cien metros cada noche) aseguran una buena aireación del suelo. Los artrópodos del suelo pertenecen a todos los grupos: crustáceos (cochinillas), arácnidos (arañas y ácaros), miriápodos (ciempiés e insectos), colémbolos. Su acción fundamental es trocear la materia orgánica que cae al suelo y producir con sus excrementos un soporte adecuado a la vida microbiana. La abundancia de sus excrementos se observa muy bien en los bosques bajo la capa de hojas muertas donde encontramos una especie de humus negro y grumoso. Estos habitantes de las sombras huyen de la luz y cumplen, al abrigo de las hojas muertas su lentro trabajo de digestión. Los moluscos del suelo son variados en sus formas (babosas y caracoles) y en sus tamaños. Su papel es el de comer la materia orgánica, como hacen las lombrices de tierra. Finalmente, el último grupo de la macrofauna, el más importante, es las lombrices de tierra. Su número puede ser considerable: más de diez millones por hectárea, lo que puede representar más de dos toneladas de lombrices. Sus acciones sobre el suelo son de dos clases: mecánicas y químicas. Del primer tipo son las galerías que excavan en gran número, aireando los suelos en todos los sentidos. Algunas especies circulan principalmente en horizontal, otras, salen durante la noche a buscar los restos vegetales que introducen en sus galerías. Este papel de mezcla y transferencia de horizontes es importante. Al mezclar la tierra y la materia orgánica en sus intestino, las lombrices mejoran la fertilidad de los suelos. La tierra retiene mejor el agua, es más resistente a la erosión, contiene más elementos nutritivos para las plantas y se hace más permeable a las raíces que cruzan las galerías de las lombrices cuyas paredes húmedas son ricas en microbios y en materia orgánica. Si pudiéramos filmar en cámara rápida este trabajo enorme de las lombrices de tierra, asistiríamos a una escala más reducida, a un movimiento de tierra comparable al que realiza el arado. Sin lombrices, el horizonte B nutritivo no podría formarse. Los microorganismos del suelo. Dejemos el mundo visible y palpable y descendamos a lo infinitamente pequeño, allá donde se desarrolla toda la alquimia de la vida. Veremos un mundo microscópico pero no por ello menos importante, donde también hallaremos animales y vegetales. El papel de los animales es principalmente comerse a los vegetales. Los animales microscópicos más importantes del suelo son las amebas, de las que existen entre cien y trescientos kilos por hectárea y están presentes en todo el mundo. Algunas especies comen materia orgánica y otras comen bacterias. Esta acción depredadora es muy útil porque permite a las poblaciones microbianas, mantenerse en buena salud, eliminando el exceso de cuerpos microbianos y sobre todo, alejando nichos ecológicos para otras especies microbianas. Cuando, por ejemplo, una hoja de una planta cae al suelo, es primero atacada por las bacterias que degradan la celulosa, las cuales se multiplican sobre las fibras celulósicas de la hoja. Después las amebas se comen a esas bacterias y liberan las fibras de lignina, permitiendo así a los hongos intervenir degradando dichas fibras. Sin la acción de las amebas, los hongos serían impedidos por las bacterias de la celulosa y no podrían atacar a las fibras de lignina. Las amebas son las reguladoras del mundo microbiano. Veamos ahora cuales son los agentes de la microflora del suelo. Se dividen en cuatro grupos: algas, hongos, bacterias filamentosas o actinomicetos y bacterias. Las algas no existen más que en la superficie del suelo, ya que necesitan el sol para su fotosíntesis. Su actividad se limita a los períodos en que el suelo está húmedo. A pesar de su escaso número (100:000 por gramo de suelo), tienen un papel importante como fuente de materia orgánica y como fijadoras de nitrógeno en simbiosis con las cianobacterias. Los hongos no son los más numerosos de los microorganismos del suelo, pero su peso es muy importante debido a su gran tamaño, en comparación con las bacterias. Puede haber entre una y dos toneladas de hongos por hectárea de suelo agrícola. Representan las dos terceras partes de la biomasa microbiana del suelo. Su papel es variado; tienen una acción mecánica sobre la estructura del suelo al enlazar las partículas del suelo en las finas mallas de micelios. Pero su papel más importante es debido al hecho de que son los únicos organismos en la tierra, aparte de algunas bacterias raras, capaces de descomponer la lignina de las plantas. La lignina es la principal fuente de humus del suelo. Para efectuar este trabajo fundamental, los hongos necesitan un suelo bien aireado ya que, todos ellos, excepto algunos muy especiales del rúmen de los bovinos, necesitan oxígeno para vivir. Se les llama aerobios. Por esa razón, la vegetación de los pantanos, que se descompone sin aire en el fondo del agua, produce turba y no humus. Otra característica de estos organismos, que comparten con los actinomicetos, es su capacidad de segregar antibióticos que les permiten resistir en el suelo a las invasiones de bacterias, más numerosas y prolíficas. Los actinomicetos son un poco intermedios entre los hongos y las bacterias. De los primeros tienen el aspecto filamentoso y la capacidad de segregar antibióticos; de los segundos, la posibilidad de realizar numerosas reacciones bioquímicas. Su número en el suelo es elevado: de uno a cien millones por gramo de tierra y su peso total es, como media, de una tonelada por hectárea. Participan en la formación de los humus, en particular en los compost en los que son parte de los gérmenes termófilos que permiten la pasteurización de los residuos y preparan, gracias a los antibióticos que segregan, los nichos ecológicos para los hongos. También mineralizan la materia orgánica y participan así en la alimentanción de las plantas. Ciertas especies pueden fijar el nitrógeno atmosférico en asociación con algunas especies. Las bacterias son el último grupo de microorganismos del suelo. Es el grupo más numeroso y variado, ya que su densidad puede elevarse a cifras de diez a un millón de millones por gramo de suelo. Por su pequeño tamaño, su peso no llega a una tonelada por hectárea del suelo. Lo que da a las bacterias un lugar tan importante es su extraordinaria variabilidad bioquímica que les permite transformar todas las sustancias del suelo e introducirlas en el mundo vegetal. De esta rápida panorámica de los organismos vivientes del suelo, recordemos, sobre todo, que están divididos en dos grupos principales. Los grandes que mezclan, airean y amasan el suelo, convirtiéndolo en un medio capaz de sostener vida, y los infinitamente pequeños que, a escala molecular, introducen en el mundo viviente los elementos inertes contenidos en la fracción mineral y orgánica de los suelos. El suelo es el lugar de la gran fermentación de la vida; por eso una agricultura puramente química no puede mantener los suelos agrícolas y la alimentación equilibrada de las plantas. Los organismos del suelo realizan un importante papel en el intercambio de elementos entre las partes vivas y no vivas del ecosistema; se considera a los microorganismos como reactores que evitan que los componentes orgánicos se acumulen indefinidamente, su función es la descomposición de estos productos orgánicos, su biodegradación y la síntesis de los compuestos inorgánicos. Lo que hemos visto sobre la dinámica de los suelos, nos ha mostrado su extrema diversidad. No podemos, por lo tanto, reducirles a un papel de simple soporte y utilizar una fórmula universal. Es evidente que lo que se propone con esta visión agroecológica de la agricultura es un cambio radical de actitud. Pero nos parece indispensable para garantizar en el futuro la fertilidad de nuestros suelos. La agroecología no explota el suelo, lo administra y lo mejora. BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA Bello, A. 1988. “Estructura ecológica del suelo y un interés en protección vegetal”. Revista Horticultura, N.39, 9-17 García, R. 1999. El suelo vivo. Apuntes Curso Agricultor Cualificado en Agricultura Ecológica. Porta, J. López-Acevedo, M. Roquero, C. 1999. Edafología. Para la agricultura y el medio ambiente. Ediciones Mundi-Prensa

ARTICULO DE DEBATE Y DISCUSION

Cambio de paradigma? Resistencia del sector agrícola? O ignorancia connivente? Publicado el: 07/10/2014 Autor/es: Ricardo Verri, San Vicente- Misiones- Argentina. Septiembre 2014 (347) (27) En este tiempo mucho se habla, se dice, se analiza y se estudia acerca de la agroecología concreta y aplicada. Lo cierto es que en gran parte de los conceptos se trasluce la evidente presencia de convicciones muy arraigadas de parte de los implicados involucrados en las cuestiones productivas agrícolas. Y en muchos casos, ya provocan enfrentamientos y enconos. Que no derivan en nada productivo. Hay sin lugar a dudas posturas cuasi irreductibles en todos los sectores, están lo que defienden el modelo tradicional a ultranza por aquello que “no se cambia lo que funciona”, y sobre todo teniendo en cuenta la alta o escasa rentabilidad del sector y de las producciones. En ambos casos, quienes aún mantienen buena rentabilidad, no pretenden modificar nada que perturbe esto. Ya que no siempre se puede contar con ganancias. Y quienes no tienen rentabilidad, con más razón, no pretenden cambiar nada temiendo perder lo escaso que logran. Así las cosas, a esto hay que agregarle que hay una “cultura” productiva, que se mantiene dentro del concepto de producir “a cualquier costo”. Y es en este punto donde comienzan las divergencias, ya que todo productor agropecuario sostiene que no es a “cualquier” costo. Solo que muchas veces, sus prácticas culturales ignoran muchos costos altísimos que el desconoce u obvia por que los resultados se asemejan en lo rentable. A esto hay que sumarle a aquellos que sostienen que no “tienen tiempo” de analizar o ensayar nuevas alternativas, ya que les urge la producción en función de sus costos económicos y ciclos vinculados a los mismos. Son quienes sostienen que para investigar y analizar están las entidades estatales o las Universidades. Son los mismos, a quienes las novedades tardan en llegarles. Y vuelven a prolongar su permanencia en estructuras más o menos rígidas. Generación tras generación. El suelo como Recurso Natural no renovable. Si bien es un concepto relativamente nuevo, tiene sus detractores y tímidamente se van sumando adeptos al mismo. Sería ocioso ahondar en detalles técnicos al respecto de los fundamentos de su condición de “no renovable”. Pero de ellos se desprenden algunos ítems que a mi entender son los que promueven la continuidad de este artículo. El 95% de los microorganismos de suelo no están siquiera clasificados. Por varias razones, una de ellas, si se quiere la más importante es que no se pueden cultivar en laboratorios. Por ende, difícilmente se pueda estudiar lo que no se puede fijar o seguir en un ambiente controlado. Cabe destacar que el 5% de los microorganismos que si están identificados, corresponden a estudios hechos por instituciones pertenecientes a países desarrollados, que invierten ingentes sumas de dinero en investigación y ciencia de los suelos. Cosa que no ocurre en la mayoría de los países. Y como es dable a entender, es información que en su gran mayoría es confidencial. A estos conceptos hay que sumarle que lejos estamos aún de entender y describir cómo interactúan estas comunidades microbianas entre ellas, y su accionar con medios abióticos propios del suelo. Tal vez, sea esto lo que determine la vigencia del concepto antiguo pero persistente del suelo como mero sostén físico de las plantas en general y de los cultivos en particular. Lo que solapa la utilización de cuanto ingenio químico demuestre resultados específicos, tanto para controlar como para incentivar la biodinámica productiva. No es un tema menor los enormes intereses económicos y políticos que existen para sustentar esta “lógica” de producción, ya que muchas multinacionales tienen tanto poder económico, social y político como verdaderos Estados. Esto implica un enorme poderío de convicción, e incidencia sobre aspectos casi ilimitados. Hay una realidad contundente que además de implicancias productivas tiene ribetes socio-culturales evidentes. Los cuerpos técnicos y profesionales vinculados al área egresan de Instituciones y Universidades, donde la microbiología de suelos es una materia entre tantas, cuando existe como tal. Pero también están los planes de estudios donde siquiera existe lo vinculado a la biodiversidad de suelos. Y esto tiene una gran repercusión, ya que como sociedad organizada reconocemos en los títulos habilitantes la idoneidad para el rol que le fuere asignado. Señales que no son tomadas como advertencias: Existen innumerables reportes de sucesos que no son tomados en cuenta, o bien, son relegados en el orden de prioridades. Podemos destacar algunos de ellos. Resistencia a los herbicidas e insecticidas. Modificación genética tanto de plantas propias del Mosaico de Sucesión Vegetal como de las variedades implantadas de interés comercial. Aparición de plagas y fitopatologías vinculadas al manejo. Momificación de la Materia Orgánica en suelos agrícolas, propio de la ausencia de biodiversidad macro y micro. Contaminación de aguas de napas profundas. Contradiciendo la “inocuidad” que sostienen fabricantes de agroquímicos, sustentados por Universidades y Gobiernos. Regiones enteras afectadas por altos índices de malformaciones congénitas, cáncer y otras enfermedades graves. De lo expuesto hasta aquí, surgen algunas preguntas que pretenden promover la reflexión y si se quiere el debate. Una de ellas es la que se oye “sottovoce” : Que responderían los fabricantes de agroquímicos a la pregunta, “este producto suyo…. Además de hacer lo que ustedes dicen que hace.. que efectos tiene sobre la microbiota aeróbica o anaeróbica ?” “como interviene en el proceso de mineralización del suelo?” En consecuencia, podemos deducir prima facie, que ningún químico está diseñado para interactuar con la microbiota del suelo. Y tal vez sea esta una de las tantas explicaciones de la momificación de la MO. Lo temerario de un cambio de paradigma pero no de estructura de análisis. Existen ya múltiples iniciativas de “suplantar” o proponerse como “alternativa” al manejo de plagas y enfermedades agrícolas mediante la utilización de controladores biológicos y orgánicos. Esto tiene dos grandes grupos, el de los conocimientos derivados de culturas milenarias y de utilización en la agricultura generalmente de auto-sustento y por ende de escala ínfima. Que difícilmente se pueda aplicar a las grandes extensiones. Y la promovida institucionalmente que utiliza microorganismos, insectos etc exóticos para ese lugar. Es decir, se continúa con la lógica de solucionar problemas puntuales, sin entender el contexto general que deriva en esa problemática. Viéndolo en profundidad media, reemplazar algunos agroquímicos por la utilización de insectos o microorganismos exóticos, puede ser tan o más grave que lo que se quiso solucionar como problemática inicial. Existen ya numerosos casos de traslado de especies exóticas que derivaron en verdaderas catástrofes biológicas. A esto le sumamos que los Entes de contralor difícilmente puedan actuar con eficiencia y eficacia. Al menos en la mayoría de los países emergentes. El meganegocio. Es por todos conocido y más o menos imaginable que el volumen de dinero que se mueve en insumos agrícolas es enorme. Y es dable a entender que nuevas organizaciones amparadas en metodologías “supuestamente” más amigables con el medioambiente surjan en todo el mundo. La mayoría impulsados por el surgir de nuevos estudios que sustentan débilmente aun la utilización de microorganismos, plantas e insectos con fines específicos. El problema radica que en general se puede derivar en un cambio de manos en el manejo del mercado, tal vez, más atomizado y sin grandes corporaciones monopólicas. Pero con un mismo fin, ser parte asociada en la ecuación agrícola. En un rapto cuasi irresponsable de “futurología” se puede ver que habrá cambios drásticos en la estructura comercial del meganegocio. Y que los actuales dueños del mismo, no se quedaran con los brazos cruzados, promoverán su contraataque al respecto. Esto también influirá y mucho en todo lo relativo a las modificaciones o no, de las estructuras productivas en todo el mundo. Conclusiones y debate. Si la Humanidad depende de la salud de los escasos suelos cultivables, teniendo una demanda sostenida y creciente de alimentos. Es lógico pensar que los suelos agrícolas sean Patrimonio de la Humanidad. Por obvias razones. Siendo así, y como continuidad de esta línea de pensamiento. Es un tema a resolver que estos suelos no sean contaminados ni destruidos ya que son un Recurso no Renovable. Por ende se deberá revisar toda la compleja estructura que interviene en el asunto. Difícilmente los suelos que nos proveen de alimentos a todo Ser vivo sigan soportando que por cuestiones estructurales sea sometido al “holocausto” micro y macro biológico. Las cuestiones filosóficas y políticas implicadas en este tema, escapan al presente artículo. Pero el debate pasa en su gran mayoría por que los suelos que son el primer eslabón de la cadena alimenticia de la humanidad no “deberían” ser propiedad privada, y a la vez, de serlo tendrían que estar con condiciones de manejo que sean REALMENTE sustentables. Finalmente, sostengo que estamos viviendo en la “prehistoria” del manejo sustentable de los suelos. Autor/es Ricardo Verri Misiones, Argentina Asesoria tecnica
1 EL ANÁLISIS DE SUELOS: TOMA DE MUESTRAS Y RECOMENDACIONES DE FERTILIZACIÓN PARA LA PRODUCCIÓN GANADERA Tomado del Manual Técnico “Producción y utilización de recursos forrajeros en sistemas de producción bovina de las regiones caribe y valles interandinos”. Páginas 1 – 10. Pablo A. Cuesta Muñoz1 Edgar Villaneda Vivas INTRODUCCION Para obtener altos rendimientos y buena calidad nutritiva del forraje, las especies forrajeras deben manejarse con prácticas similares a las realizadas en cultivos perennes, tales como: preparación del suelo, siembra, fertilización y control de plagas. Aunque esto parece obvio, son pocos los ganaderos que prestan suficiente atención al manejo de la fertilización, especialmente durante la etapa productiva de las praderas; sin embargo, la mayoría son conscientes de la poca duración y baja productividad de las praderas en los sistemas ganaderos del trópico colombiano. Generalmente, los nutrimentos del suelo no están disponibles en las cantidades y proporciones requeridos por las especies forrajeras para maximizar rendimientos y calidad nutritiva del forraje en las praderas; por lo tanto es necesario determinar la concentración de estos en el suelo, y con base en ello, definir las fuentes y cantidades de correctivos y fertilizantes, acorde con los requerimientos de cada especie forrajera. 1.1 IMPORTANCIA DEL ANALISIS DE SUELOS Varias técnicas se han utilizado para el diagnóstico de la fertilidad de los suelos y para determinar las necesidades de nutrimentos de las plantas, entre las cuales se destacan las siguientes: (1) Análisis de suelos, (2) Análisis de tejidos vegetales, (3) Síntomas de deficiencia de nutrientes de la planta, y (4) a través de ensayos de invernadero o de campo. El análisis de suelos es un valioso instrumento que utilizado en forma adecuada puede ayudar en el diagnóstico de los desórdenes nutricionales en las especies forrajeras de las praderas, ocasionados por los desbalances en los nutrimentos del suelo; sin embargo, por si solo no soluciona los problemas de la baja productividad de las praderas. Por otra parte, vale la pena aclarar que, aunque se han realizado estudios de caracterización de suelos a nivel de regiones naturales o microregiones, dichos resultados son de carácter inventarial y por lo tanto, no reflejan de manera alguna el estado de fertilidad real de los suelos en las fincas ubicadas en dicha área. Al respecto, se han detectado amplias diferencias de fertilidad entre lotes de una misma finca, con condiciones similares de topografía y aptitud de uso; las cuales están relacionadas en gran parte con las diferencias de manejo impuesto a los lotes a través del tiempo, tales como el tipo de cultivos explotados, o de especies forrajeras usadas; la aplicación 1 Respectivamente, Zootecnista, Ph.D., Investigador Principal Programa Fisiología y Nutrición Animal Coordinador Área Temática de Recursos Forrajeros y Agrólogo, Investigador Asociado Programa Recursos Biofísicos. 2 de prácticas tradicionales de laboreo, fertilización, ciclos continuos del mismo cultivo, manejo del pastoreo, etc. El principal objetivo del diagnóstico químico es evaluar la capacidad del suelo para suministrar nutrientes a la planta y con base en una adecuada interpretación, se pueden diagnosticar las deficiencias y/o toxicidades; por lo tanto, se considera un paso esencial para la formulación de recomendaciones de manejo , tendientes a aplicar los nivele s óptimos de correctivos y de nutrientes en la pradera. Una estrategia adecuada para el manejo de la fertilización, consiste en el uso conjunto de los resultados de los análisis de suelos y de tejidos de las plantas forrajeras, con el objeto de mejorar la precisión de las recomendaciones, la predicción de respuestas, incrementar los rendimientos y reducir los costos de producción; lo cual contribuye a mejorar la eficiencia de producción de carne y leche y la rentabilidad de las explotaciones. El diagnóstico de las características físicas de los suelos en las praderas tiene como objetivo: • Determinar la capacidad de almacenamiento del agua en los suelos, para suministrar la cantidad optima de agua a aplicar en las especies forrajeras. • Conocer el grado de compactación del suelo para evaluar su resistencia a la penetración. • Evaluar las propiedades físicas para el uso racional de la maquinaria agrícola y establecer indicadores físicos para evaluar los procesos de degradación en las praderas . Para que las recomendaciones de fertilización basadas en el análisis de suelos tengan el impacto deseado en la producción de forraje y en los rendimientos de los animales, es importante tener en cuenta que la respuesta productiva de la pradera depende de la aplicación cuidadosa de los siguientes procesos: a- La toma de la muestra de suelos b- Los análisis de laboratorio solicitados y sus procedimientos c- La interpretación de los resultados de los análisis solicitados d- La formulación de las recomendaciones de fertilización y e- Su correcta aplicación en el campo. Por lo anterior, es conveniente tener en cuenta que además de un buen muestreo y análisis de suelo, el éxito de un programa de fertilización dependerá, del conocimiento y experiencia del técnico en el diagnóstico y formulación de las recomendaciones, del conocimiento de las condiciones ambientales de la región, y de los requerimientos de nutrimentos y de manejo de las especies forrajeras establecidas en la pradera. 2.2 PROCESO DE MUESTREO Y SOLICITUD DE ANALISIS Una de las principales causas de error en el diagnóstico de fertilidad del suelo y en la formulación de las recomendaciones de fertilización de especies forrajeras la constituye la muestra de suelo enviada al laboratorio, cuando esta no es representativa de las condiciones del terreno donde a sembrar, o de la pradera a fertilizar. Como consecuencia de ello, la respuesta productiva será deficiente por el uso inadecuado de fertilizantes en términos de clase y cantidad, lo que repercute a su vez en incremento en los costos de producción. Para obtener un buen diagnóstico de la fertilidad del terreno, siga cuidadosamente las siguientes instrucciones: 3 2.2. 1. Divida la finca en áreas homogéneas En la misma finca es frecuente encontrar lotes con diferente aptitud de uso del suelo, o potreros mas productivos que otros, como consecuencia de variaciones existentes en el suelo, tales como: topografía del terreno, humedad del suelo y nivel de fertilidad, clase textural, al igual que el tipo de vegetación o de cultivos sembrados en los últimos años. Con base en estos criterios, se debe dividir la finca en áreas homogéneas para efectuar el muestreo de cada uno de los lotes de interés. 2.2.2 Excluya áreas no representativas, o con presencia de contaminantes Al momento de tomar las muestras, evite hacer muestreos en áreas cercanas a bebederos, saladeros, árboles, orilla de cercas, caminos, quebradas, acequias o lotes con áreas planas e inclinadas, o sitios donde se ha depositado estiércol, cal o cualquier fuente de fertilizantes o de productos químicos; o en sitios donde se hayan apilado o quemado residuos orgánicos, y en áreas pantanosas. 2.2.3 Epoca recomendada para el muestreo Para la siembra de pastos el muestreo se debe hacer al finalizar el período de lluvias, lo que permite la aplicación e incorporación de correctivos antes de la siembra. Durante la etapa productiva de las praderas, los muestreos de suelos se deben realizar durante la época de lluvias, después del pastoreo. 22.4 Materiales requeridos para tomar la muestra Herramienta para el muestreo: Se pueden usar palas, barretones o barrenos muestreadores (Holanes, Uhlandad Espiral). El tipo de herramienta a utilizar depende de su disponibilidad y de las condiciones de humedad del suelo. El barreno facilita la toma de la muestra en terrenos húmedos; pero estas submuestras requieren secado al aire antes de mezclar y empacar. Otros elementos que se utilizan para el muestreo de suelos son: a- Un balde plástico para recolectar y mezclar submuestras b- Bolsas plásticas para empacar las muestras c- Marcadores de tinta permanente o marbetes para identificación de las muestras. d- Cajas de cartón para envío de las muestras al laboratorio 2.2.5 Toma de la muestra a) En general, para la mayoría de las especies forrajeras de crecimiento erecto como Raigrás, Guinea, Angleton, la muestra de suelos debe ser tomada a una profundidad de 10-15 cm y para especies de crecimiento postrado (estoloníferas o rizomatosas) como Kikuyo, Braquiaria, Estrella, se sugiere una profundidad de muestreo de 15-20 cm. b) Para la toma de la muestra, el suelo debe estar húmedo; se sugiere un grado de humedad similar al requerido para arar. Evite tomar las muestras cuando el suelo está excesivamente húmedo o demasiado seco (verano). c) Cuando la herramienta usada para el muestreo es una pala, se remueve la vegetación o residuos frescos de materia orgánica de la superficie del suelo y se cava un hueco en forma de “V” a la profundidad de muestreo sugerida según el tipo de planta (Fig. 1). Luego se corta una tajada de 2-3 cm de grueso en una de las paredes del hueco y se 4 deja una faja de 3 cm de ancho en el centro de la tajada, descartando los extremos. Esta faja corresponde a una submuestra y se deposita en un balde plástico limpio. 2.2.6 Representatividad de la muestra Una vez definidas las áreas o lotes a muestrear, con base en los factores de homogeneidad mencionados en el numeral 1, se procede al muestreo. En cada lote con características homogéneas se toman alrededor de 10 submuestras por hectárea, teniendo en cuenta que sean representativas del área en estudio. Para ello, las submuestras se deben tomar al azar, trazando líneas imaginarias dentro del lote, sobre las cuales se muestrea a determinada distancia o número de pasos. Las submuestras se mezclan homogéneamente y en forma manual en el balde y se toma una porción de 500 g como muestra para su envío al laboratorio. 2.2. 7 Empaque e identificación de las muestras Las muestras se empacan en cajas suministradas por el laboratorio, o en bolsas plásticas nuevas y limpias. Las cajas o las bolsas plásticas se marcan con el número o nombre del lote, nombre del propietario y su dirección. En formatos suministrados por el laboratorio o en una hoja adjunta se debe consignar la información anterior, al igual que el nombre del pasto o cultivo a sembrar (maíz, sorgo, avena, etc), topografía, localidad y se indica el tipo de análisis solicitado. 2.2. 8 Solicitud de análisis Existen varios tipos de análisis que pueden ser solicitados al laboratorio; sin embargo, desde el punto de vista práctico y para obtener información adecuada sobre el estado de fertilidad de un suelo para el establecimiento o para mantener la productividad de las praderas, se puede solicitar un análisis de caracterización (terminología usada por los laboratorios de suelos de CORPOICA e ICA), que provee la siguiente información: textura, pH, materia orgánica, fósforo disponible, cationes intercambiables (calcio, potasio, magnesio y aluminio), y capacidad de intercambio de cationes (CIC). En el caso de asociaciones (gramíneas con leguminosas forrajeras) y especialmente en el caso de las praderas de sistemas intensivos de producción, adicionalmente a los anteriores análisis se deben solicitar azufre y los micronutrimentos cobre y zinc que generalmente son deficientes en los suelos colombianos. En general, se recomienda contar con la asesoría de un especialista en la interpretación de los resultados del análisis de suelos y en la formulación de las recomendaciones de fertilización de las praderas. El agua es un insumo importante en los sistemas de producción ganadera, y por ello, para maximizar la productividad de las praderas, además del análisis químico del suelo, se debe contar con la información sobre algunas características físicas del suelo, lo que permite un manejo eficiente del agua en las praderas. Los análisis físicos a solicitar son los siguientes: capacidad de retención de humedad, infiltración básica, densidad aparente y textura, parámetros básicos para el diseño de sistemas de riego. En la tabla 1 se presentan los diferentes tipo de Análisis que los ganaderos pueden solicitar para un buen diagnóstico de los suelos en la empresa ganadera. 5 6 MUESTREO PARA ANALISIS QUIMICO MUESTREO PARA ANALISIS FISICO 7 TABLA 1. TIPO DE ANÁLISIS DE SUELOS E INFORMACIÓN REPORTADA ANÁLISIS QUIMICOS NOMBRE DEL ANÁLISIS INFORMACIÓN REPORTADA Caracterización Textura, Materia orgánica (M.O.), pH. P, Ca, Mg, K, Na. Elementos Menores (EM) Fe, Cu, Zn, Mn, B Análisis Completo Caracterización, + EM +C.E.+ S Salinidad parcial C.E., CIC, PSI P: Fósforo; Ca: Calcio; Mg: Magnesio; K: Potasio; Na: Sodio; Fe: Hierro; Cu: Cobre; Zn: Zinc; Mn: Manganeso; B: Boro; C.E: Conductividad Eléctrica; C.I.C: Capacidad Intercambio Catiónico. Así mismo, hay otro tipo de análisis que pueden ser solicitados la laboratorio entre los cuales tenemos los denominados especiales y los análisis físicos del suelo. Los análisis especiales incluyen los siguientes: Nitratos, Amonio, Cloruros, Nitrógeno total, C.I.C real, PH, Conductividad Eléctrica, Fraccionamiento de fósforo, Fijación de fósforo y Fósforo Total. Entre los análisis físicos se pueden solicitar al laboratorio los siguientes: Densidad Aparente, Densidad Real, Conductividad Hidráulica, Capacidad de retención de humedad, Capacidad de infiltración, Límite líquido y plástico, Porcentaje de humedad gravimétrica, Porcentaje de humedad volumétrica, Estabilidad de agregados e Infiltración de campo por anillo. 2.2.9 INTERPRETACION DE RESULTADOS Como una guía práctica para su interpretación, en la tabla 2 se presenta un resumen de los análisis y de los criterios empleados. A continuación se definen las unidades utilizadas en cada una de las variables: materia orgánica en porcentaje (%); conductividad eléctrica en Decisiemenes/metro (dS/m) o milimhos/centímetro (mmhos/cm); en relación con los nutrientes fósforo, azufre y elementos menores se reportan en términos de mg/Kg (ppm); las bases intercambiables como Ca, K, Mg en cmol+/Kg (meq /100gr de suelo). En la tabla 2 se presentan tres categorías (alta, media y baja), utilizadas para clasificar los niveles de nutrientes en el suelo, con base en la Quinta aproximación del ICA 8 Tabla 2. INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS CATEGORIAS Macroelementos Unidades: Cmol +/kg BAJO MEDIO ALTO Ca Menor de 3 3 - 6 Mayor de 6 Mg Menor de 1.5 1.5 - 2.5 Mayor de 2.5 K Menor de 0.2 0.2 - 0.4 Mayor de 0.40 Fósforo y elementos menores Unidades: mg/kg P Menor de 20 20 – 40 Mayor de 40 B Menor de 0.2 0.2 – 0.4 Mayor de 0.4 Fe Menor de 25 25 – 50 Mayor de 50 Cu Menor de 2 2. – 3 Mayor de 3 Mn Menor de 5 5 – 10 Mayor de 10 Zn Menor de 1.5 1.5 – 3 Mayor de 3 S Menor de 10 10 - 20 Mayor de 20 Materia orgánica según el clima (%) FRIO Menor de 5 5 – 10 Mayor de 10 MEDIO Menor de 3 3 - 5 Mayor de 5 CALIDO Menor de 2 2 - 3 Mayor de 3 pH Valor Categoría Menor de 5,5 Extremadamente ácido 5,5 - 5,9 Moderadamente ácido 6,0 - 6,5 Adecuado 6,6 - 7,3 Neutro 7,4 - 8 Alcalino Mayor de 8 Muy alcalino Conductividad eléctrica (Grado de salinidad) dS/m* No salino Ligera salinidad Moderado Fuerte Muy fuerte 0-2 3-4 4-8 8-15 Mayor de 15 *Decisiemenes/metro 2.2.10. FORMULACION DE RECOMENDACIONES DE FERTILIZACION Como una guía para la formulación de recomendaciones para la aplicación de fertilizantes y de enmiendas para el establecimiento y para mantenimiento en la etapa productiva de las praderas se sugiere seguir las pautas que se relaciona a continuación: a) Establecer la disponibilidad de nutrientes en el suelo usando las categorías reseñadas en la tabla anterior. 9 b) Calcular el peso de la hectárea de suelo, con base en el valor de la densidad aparente (g/cm3) que varía según la textura, y la profundidad de raíces de las especies forrajeras (cm). c) Con los resultados del análisis de suelos, hacer la conversión de los nutrientes del suelo a kg/ha. d) Determinar las cantidades de nutrientes a aplicar (diferencia entre las necesidades de la pradera y los nutrientes disponibles en el suelo; para ello se corrigen las deficiencias y se ajustan los desbalances entre los nutrientes) e) Seleccionar el tipo de fertilizantes a usar y calcular las cantidades a aplicar en kg/ha. En relación con el punto d), se seguiré tener en cuenta que estas cantidades se deben establece a partir de las necesidades de nutrientes de la planta y con base en los resultados de los análisis de suelo. Para ello se determina la cantidad de nutrientes a aplicar en el suelo corrigiendo las deficiencias y ajustando los desbalances entre los nutrientes (diferencia entre las necesidades de la pradera y los nutrientes disponibles en el suelo). Unidades y Formulas Usadas en las Recomendaciones de Fertilización Para convertir estas unidades a Kg/ha es necesario, conocer el peso de la hectárea de la capa arable, este peso depende de la densidad aparente del suelo y de la profundidad de raíces, que para la mayoría especies forrajes de crecimiento erecto es de 10-15 cm y para las de crecimiento postrado es de 15-20 cm. Para calcular el peso de una hectárea se aplica la siguiente fórmula: P(ha) = 100.000 x Pr x ρb Donde: P(ha) = peso de una hectárea en kg. 100.000 = constante Pr = profundidad de raíces del pasto en cm ρb= Densidad aparente del suelo g/cm3 Para aplicar la constante (100.000) se tiene en cuenta la siguiente relación matemática: Densidad Aparente (ρb) = Peso seco del suelo en g (P) / volumen del suelo en cm3 (V). V = profundidad en cms x el área de 1 ha de suelo (100.000.000 de cm2) V* = 1 cm x 100.000.000 cm2 = 100.000.000 cm3 * Para usar 100.000 como constante, se asume una profundidad de 1 cm en la fórmula inicial y posteriormente se multiplica este resultado por la profundidad real raíces de la especie. De donde: Peso de 1 ha en kg = 100.000 x Profundidad del suelo (cm) x ρb (g/cm3) Peso de una hectárea = 100.000.000 cm3 x 1 g/ cm3 x 1 kg/1000 g = 100.000 kg Haciendo el ajuste a la profundidad de las raíces del pasto en la pradera, en la mayoría de los casos las profundidades usadas son 15 o 20 cm. Conversión de las Diferentes Unidades del Análisis de Suelo a Kg/ha 10 1. Conversión de ppm a Kg/ha del nutriente: Por definición, partes por millón es el equivalente entre el peso de 1 hectárea en kilos dividido por un millón de kilos. Este valor se multiplica por el valor en ppm de los siguientes elementos reportados por el laboratorio: fósforo, azufre y elementos menores (hierro, cobre, manganeso, zinc y boro). Kilos por hectárea = P(ha) x ppm* del nutriente *ppm = partes por millón = relación 1 en 1.000.000 ó 1/1.000.000 2. Conversión de Porcentaje del nutriente a Kg/ha; el cual solo se aplica en el caso de nitrógeno asimilable. Conversión de porcentaje a kg/ha, de nitrógeno asimilable: Primero se calcula el Nitrógeno total (%); el cual equivale a la cantidad de materia orgánica del suelo dividida por 20. Veinte es una Constante (por definición, de 100 partes de M.O. en el suelo, 20 corresponden al N total). %NT= % M.O./20 En segundo lugar se calcula el N asimilable (NA) N Asimilable (% ) = %NT (0.015*) *El nitrógeno del suelo tiene dos componentes, N orgánico y N inorgánico. Los microorganismos del suelo hacen la conversión de la forma orgánica a inorgánica, que es la que absorben las plantas. Se estima que entre 1.5% y 3% del N total del suelo corresponde a N inorgánico; usualmente se trabaja con 1.5% ó (0.015). La cantidad de N por hectárea equivale a NA (%), multiplicada por el peso de 1 hectárea, dividido por 100. Kg / ha de N = N asimilable (%) x P(ha)/100 3. Conversión de Miliequivalentes (Meq) o centimoles por kg (cmol+/Kg) a Kg/ha del nutriente. Para esta conversión se debe tener en cuenta el peso atómico y la valencia del elemento, al igual que la densidad aparente y la profundidad de las raíces de la especie forrajera de la pradera. Para el calculo de la cantidad de kilos/ha del elemento, se aplica la siguiente fórmula: Kg/ha = Pa x ρb x Pr x Meq/100g de suelo va Donde: Pa = Peso atómico de los elementos (K =39, Ca=40 y Mg=24). (va) = Valencia de los elementos (K=1, Ca=2 y Mg=2). 11 ρb = Densidad aparente en g/cm3 Pr = profundidad de raíces del pasto en cm Meq/100 g de suelo o cmol+/kg = Resultado del análisis de suelo reportado por el laboratorio Ejemplo: Cálculo de las necesidades de fertilización de una pradera de kikuyo en el trópico alto. Los resultados del análisis de suelos de una pradera de Kikuyo fueron los siguientes: pH = 5.1, M.O.= 9.7 %, P = 24 ppm, K = 0.35 meq/100 g de suelo. Densidad aparente = 0.81 g/cm3 y profundidad = 20 cm. El procedimiento es el siguiente: 1. Interpretación de los resultados del análisis de suelos. Estos valores se comparan con los de las categorías reportadas en la Tabla 2 así: el pH es extremadamente ácido, los valores de materia orgánica, fósforo y potasio son medios. 2. Determinación de la disponibilidad de nutrientes en el suelo (DNS) Se calcula el peso de la hectárea en Kg. y se hace la conversión de las unidades del análisis de suelo (porcentaje, ppm o mg/Kg., meq/ 100 de suelo o cmol+/kg) a kilogramos por hectárea. P (ha) = 100.000 x ρb x Prof = 100.000 x 0.81 g/cm3 x 20 cm = 1’620.000 Kg. Cálculo del nitrógeno asimilable en el suelo aplicando las fórmulas: N total = % M.O./20 = 9,7/20 = 0.535% de NT NA = NT x 0.015 = 0.485 X 0.015 = 0.00727% de NA Cantidad de Nitrógeno asimilable = % NA x P (ha) = (0.00727 x 1’620.000)/100 = 118 Kg/ha Cantidad de Fósforo = 1/1000.000 x P(ha) Kg x Fósforo (ppm) = 1/1000.000 x 1’215.000 x 24 ppm = 38.88 Kg/ha de P. = 38.88 Kg/ha x 2.29* = 89 kg/ha de P2 05 * Factor de conversión para pasar Kg. de P a Kg. de P2 05 Cantidad de potasio = Pa/ va x ρb x Prof (cm) x K (Meq/ 100 g del análisis del suelo) = 39/1 x 0.81 cm3x 20 cm x 0.35 Meq/100 g suelo = 221 kg/ha de K = 221 Kg/ha de K x 1.21* = 267.4 Kg/ha de K20 * Factor de conversión para pasar kg de K a Kg de K2O Resumen de la cantidad de nutrientes disponibles en el suelo (kg/ha) Nitrógeno asimilable (N) : 118 Fósforo (P205) : 89 Potasio (K20 ) : 267.4 3. CUANTIFICACION DE LAS NECESIDADES DE FERTILIZACION DE LA PRADERA 12 Los valores de la cantidad de nutrientes disponibles en el suelo se deben tener en cuenta para ajustar la fertilización de establecimiento de las praderas, acorde con los requerimientos de la especie. Se sugiere no asumir que las necesidades de fertilización corresponden exactamente a las diferencias entre las cantidades de nutrientes del suelo y la cantidad extraída por el pasto, puesto que, solo una parte de los nutrientes del suelo es disponible para la planta (en nuestro caso, el único elemento para el cual se han hecho ajustes es en nitrógeno). Si esto no se tiene en cuenta, el potencial de producción de las plantas en la pradera se vería limitado por la cantidad de nutrientes en déficit al hacer dicha asunción; máxime si se trata de incrementar los rendimientos y mejorar la eficiencia productiva. Como una guía practica para formular fertilizantes en el mantenimiento de las praderas en pastoreo se incluyen los resultados de algunos trabajos de campo (Tabla 3), en los cuales se incluye la producción anual de forraje y su composición química, valores a partir de los cuales se calculó la extracción de nutrientes en el forraje. En este caso no se tiene en cuenta el retorno de nutrientes a través de las heces y de la orina; los cuales no tienen una distribución uniforme en la pradera por parte del animal en pastoreo. Usando aproximaciones como esta o similares para la determinación de los valores de nutrientes extraídos por el forraje producido se puede llegar a unas recomendaciones más reales sobre las necesidades de fertilización de las praderas en su fase productiva. TABLA 3. COMPOSICIÓN QUÍMICA PROMEDIO DE PRADERAS EN COLOMBIA Y CÁLCULO DE EXTRACCIÓN ANUAL DE NUTRIENTES* Composición Química (%) Extracción de Pradera Nutrientes (Kg/ha/año) N P K Ca Proteína Cruda (%) Producción forraje seco (t/ha/año) N P K Ca Kikuyo renovado 2,60 0,49 4,12 0,25 16,2 16,84 438 82 694 42 Kikuyo con Manejo comercial 2,46 0,29 3,83 0,30 15,4 14,20 349 41 544 43 Braquiaria 1,20 0,12 1,1 - 7,5 19,2 230 23 210 - Raigrases (Tetralitre, Aubade, etc.) 2,70 0,30 2,5 - 16,8 16,0 432 48 400 - Fuente: Mendoza 1978 y Corpoica 2003 (Plan de Modernización Tecnológica de la Ganadería, Chiquinquirá) * No incluye las cantidades retornadas a la pradera en orina y heces. Cantidad anual de nutrientes a aplicar en la fertilización de mantenimiento de la pradera de Kikuyo de nuestro ejemplo. Nitrógeno : 438 Kg/ha Fósforo P205 : 82 Kg/ha Potasio K20 : 694 Kg/ha Calcio (Ca) : 42 Kg/ha 13 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Amezquita, E. 1989. Algunas consideraciones agroclimático y edáficas para uso y manejo integral de suelos. En curso de Actualización sobre Suelo y Fertilización. pp. 211-22. Bertseh F. 1995. Fertilidad de los suelos y su manejo. Asociación Costarricense de la ciencia del suelo. pp. 123 – 137. Guerrero, R. 1980. Hacia la formulación de un modelo suelo-planta. En Fertilidad de Suelo, diagnóstico y control SCCS. pp. 1-10 Guerrero, R. 1980. La recomendación de fertilidad, fundamentos y aplicaciones. En Fertilidad de Suelo, diagnóstico y control Bogotá SCCS. pp. 225-267. Guerrero, R. 2004. El diagnóstico cuantitativo de la fertilidad del suelo. En: Boletín de suelos No 42. Sociedad Colombiana de la Ciencia del Suelo. Bogotá Diciembre de 2004. pp12-17. Instituto Colombiano Agropecuario. 1992. Fertilización en diversos cultivos. Quinta aproximación, Bogotá: ICA Manual de Asistencia Técnica No. 25.. pp. 1-26. Instituto de la Potasa y el Fósforo. 1993. Diagnóstico del Estado nutricional de los cultivos. pp.1-10. Instituto de la Potasa y el Fósforo. 1988. Manual de Fertilidad de los suelos. Diagnóstico del Estado nutricional de los cultivos. pp 1-10. Mendoza M, P. E. 1978. Fertilización de Praderas en Colombia. En : Suplemento Ganadero Pastos y Forrajes para Colombia I.C.A. Banco Ganadero. pp. 19 – 52. Monómeros Colombo Venezolanos. 1993. Vademécum Nutriman. pp. 5-19. Navas. 1989. Evolución de la fertilidad de los suelos, Tomado del Curso de Actualización sobre suelos y fertilizantes. pp. 162-163. Terán C., C. y E. Villaneda. 2002. Manejo del suelo y el agua en praderas del Trópico Alto. En: Renovación y Manejo de praderas degradadas del Trópico Alto. Resultados Finales. Iza, Chiquinquirá 19 y 20 de diciembre de 2002. Plan de Modernización Tecnológica de la Ganadería Bovina Colombiana. pp. 12-25.